La arquitectura y los niños: El barrio como espacio de aprendizaje
La gente de Sinergia Sostenible hace un recorrido con los niñ@s a través de la
re-creación de un barrio, desde lo territorial a lo doméstico, pasando por los
espacios públicos, equipamientos y recorridos internos.
El pasado 7 de Noviembre, Uxua Domblás, Conrado Muñoz y Amaya González, de Sinergia Sostenible, realizaron un taller de arquitectura para niños en la Escuela Miribilla de Bilbao, donde estos 18 niños de 6 a 9 años nos volvieron a enseñar lo maravilloso que es vivir las experiencias, el trabajo y nuestro día a día con ilusión, creatividad y mucha generosidad.
El taller formaba parte de las jornadas de "La arquitectura y los niños: el barrio como espacio de aprendizaje", donde tres grupos de arquitectos que trabajan con niños, Sinergia Sostenible, Zaramari y Maushaus, plantearon tres diversos talleres, dentro del horario extraescolar del Colegio y con la inestimable colaboración de su profesora Txelo, quien tan pacientemente nos acompañó en todo momento.
La primera parte del taller consistió en comentar en grupo una serie de imágenes vinculadas al imaginario de la arquitectura y urbanismo: imágenes aéreas de ciudades, arquitectura fantástica, arquitectura popular de varios países del mundo, representaciones visuales de la movilidad y espacio público en las ciudades, etc. Esa edad donde no existen los prejuicios ni las vergüenzas permite que se expresen con naturalidad, lo que propició un diálogo muy dinámico, enriquecedor y creativo con ellos. El silencio cortante brillo por su ausencia. Las manos en alto llenaban la sala.
Más tarde, y en base a unas cajas recicladas, comenzaron a recrear su mundo imaginario, donde vierten sus propias imágenes aprendidas, sus vivencias, imaginándose edificios de viviendas, centros cívicos, espacios de disfrute al aire libre…
En el tramo final del taller, los niños crearon su ciudad, aportando cada grupo su edificio mientras explican qué es lo que han hecho y cuál es el uso que le han dado.
Construyeron su ciudad en base a un trabajo en grupo o individual, con más o menos colores, más o menos voluminoso (la ciudad fue bastante más grande de lo esperado), más o menos cola, cajas, cintas de colores, temperas, más o menos palabras. Lo que es difícilmente mesurable es la pasión con la que hicieron lo que para ellos no deja de ser un juego, el juego de imaginar que son arquitectos.
fuente:
https://www.fundacionbotin.org/post-plataforma/la-arquitectura-y-los-ninos-el-barrio-como-espacio-de-aprendizaje.html
Creo que la enseñanza como dicen debe ser desde la infancia para que en el futuro pueda dar resultados
ResponderEliminarEs claro que la arquitectura no surge por generación espontánea, es más propio decir que germina pues supone una semilla y un terreno fértil; es decir la arquitectura debe ser aprendida desde la infancia.
ResponderEliminarQue buen articulos
ResponderEliminarLa arquitectura es no es espontánea nace desde la enseñanza o en gusto por la misma.
ResponderEliminarLa buena arquitectura construye sociedad, genera sentido de pertenencia, emociones positivas y traza un mejor vivir; la buena arquitectura debe ser para todos. No hay que olvidar que trabajamos para personas que habitan los espacios, por eso nuestro trabajo debe responder a sus requerimientos, respetando su cultura, su entorno y el medio donde pertenecen.
ResponderEliminarEste tipo de interacción, es necesaria para crear, aprender y estimular.
ResponderEliminares claro que desde infantes debemos iniciar una buena formación.
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